31 diciembre 2010

La humanidad, toda, es geminis

Hace muchos años, tantos que ya no recuerdo bien si fue una tarde, una mañana o una noche...

Ella estaba sentada, junto con unos amigos en torno a una mesa. En aquella cafetería también, en esos momentos, estaba yo; sentado, en otra mesa no muy lejana a la suya.

Ella ese día estaba feliz, radiante de alegría e ilusión.

Hablaba.

Hasta mi llegaron algunas de sus palabras, otras no pero si las suficientes esa vez como para poder comprender lo que decía.

Da la casualidad de que ella es géminis. Por eso decía lo que estaba diciendo de la forma en que lo decía.

Según ella...

Como géminis no podía evitar que su personalidad tuviera dos caras. "La gemilita buena y la gemilita mala", las llamo.



Decía ella que si hasta esos momentos su vida la había venido rigiendo la gemilita mala, a partir de ya iba ser la la gemilita buena la que llevara las riendas.

Yo creí entender de que hablaba. Ha hecho en su vida cosas que nunca se debieron hacer y dejado de hacer otras que jamás se debieron dejar de hacer. Pero no voy contar su historia pues no me pertenece y quizá, en realidad, ni la conozca. Quizá yo este equivocado y no ha hecho lo que yo creo que ha hecho ni dejado de hacer lo que me parece que no ha hecho. Ojalá que yo este equivocado.

Pero...

Me equivoque yo o no, hay algo en lo que ella estaba equivocada aquel día. No existe ninguna gemilita mala.

Siempre me ha dejado perplejo la gente que cree que los defectos son defectos y virtudes las virtudes.

No creo en los defectos; no creo en las virtudes. Creo solo en las capacidades; a veces las tenemos y a veces no pero siempre es bueno que las tengamos. A veces las sabemos usar, otras no; y, eso es todo.

Pero las capacidades siempre son buenas. Al igual que lo es la fuerza en vez de la debilidad. El problema real es cuando no sabemos usar nuestras fuerzas y capacidades. Y, eso nos pasa a todos y no solo a los geminis. Que yo soy leo, por ejemplo, pero puedo dar fe de que eso también me ocurre y hasta el día de hoy no he conocido ser humano alguno al que no le pase.

Por malas experiencias pasadas, que me han dejado marcas en el alma, yo no voy un día como ese a levantarme de mi mesa y acercarme a la suya y decir "hola, veras, en realidad y a mi parecer lo que has dicho no es del todo acertado pues... bla, bla, bla y requetebla"

No, que va, yo no haré eso. De hecho no lo hice. Pero siempre me ha quedado la amargura de no haber osado levantarme, acercarme a ella y sus amigos y decirle...

Lo que no ose decir.

Qué no hay nada malo en ella. Qué esos dos aspectos de su personalidad son buenos y positivos. Qué sucede simplemente que aún no ha aprendido a usarlos. Que al igual que una virtud es una capacidad humana bien usada en el momento y lugar oportunos, son los defectos lo mismo, esas mismas capacidades pero simplemente usadas en un momento y lugar inoportunos. Pero en ambos casos las capacidades son las mismas, en un caso actuando de modo virtuoso en otro defectuoso. Pero siempre las mismas.

Yo y su gemelita mala, que conste nos llevamos fatal. Pero eso no significa que sea mala ni yo bueno. Es solo que cuando la gemelita buena más debe brillar con frecuencia se asusta y entonces viene corriendo la gemelita que no parece buena a reemplazar a la que tanto se asusto. Pero en realidad la gemelita mala esta más asustada que la buena y dado que a veces el miedo es muy mal consejero va ella y la lía parda.

En realidad, sospecho, lo único que la gemelita mala intenta es proteger a la buena. Lo que sucede es que aún no lo sabe hacer bien, mejor dicho lo hace fatal y al final me la acabo cruzando, por azar, en la calle; me la encuentro cabizbaja, herida y asustada.

...Y entonces, yo me alejo; asustado, herido, cabizbajo.

Asustado por si la herí o la hiero. Herido pues herido estoy. Cabizbajo por ser así como vivimos los vencidos.

23 diciembre 2010

La zorra y las uvas

Hay una fabula que me contaron siendo niño y que, desde que la conseguí comprender, siempre me ha parecido especialmente ilustrativa de como son los seres humanos. Me llevo años lograr eso.

Os dejo un enlace para ir a una pagina que nos ofrece una versión moderna de esa fabula. Es la historia de la zorra y las uvas, originalmente de Esopo y por lo tanto con unos 2600 años de antigüedad.

Es sencilla, una zorra intenta comerse unas uvas, salta para poder alcanzarlas pero fracasa y tras darse por vencida afirma que las uvas estan verdes y por lo tanto no las quiere. La moraleja mas habitual que de ello se saca (de las muchas posibles) es que no debemos culpar a otros de nuestros fracasos.

Bien, admito que los seres humanos somos los animales más inteligentes que existen sobre el planeta que habitamos; pero desde luego no somos amigos de hacer uso "inteligente" de la inteligencia; preferimos, con frecuencia, autoengañarnos.

Pero...

Pienso una cosa...

Que con frecuencia es cierto que las uvas están verdes, por muy maduras que de lejos parecieran y que es precisamente al tratar de alcanzarlas que se descubre lo verdes que están. Que entonces se logre o no alcanzar esas uvas da igual; lo que importa es que no son las uvas que buscamos, persistir en vanos intentos por alcanzarlas o quedarse llorando por no poder llegar hasta ellas, todo eso, son formas de perder nuestro tiempo (tiempo que como todo "tiempo vivo" es limitado)...

Yo creo en la zorra. Que otros se burlen de ella; yo no lo hare. Ella solo quiere comerse unas uvas no "desesperarse" por que unas uvas verdes no se dejan alcanzar. Al fin y al cabo "uva que no se deja comer, es cualquier cosa menos uva madura" y el tiempo que podrías invertir en encontrar un buen racimo maduro y accesible con el que desayunar, mejor, no lo perdamos intentando una y otra vez alcanzar unas uvas que por estar demasiado altas, lejanas, huidizas, reticentes, insensibles y "mirando pa otro lao" siempre serán y estarán verdes.

Mejor ser una zorra lista que un humano tonto.

De hecho si te fijas en la zorra del video...




La zorra trata de alcanzar unas uvas y no lo consigue, cierto; pero aun lo es más que esas uvas están verdes. Y, bien verdes. Lastima que la pobre no se diera de cuenta antes y es que hay esfuerzos que no valen la pena; lagrimas y sacrificios que no sirven de nada. Un tiempo valioso que es mejor no malgastar buscando donde no hay. Simplemente ocurre que a veces las uvas maduras existen, claro, pero están en otra parte.

Autocensura

Autocensura. Yo siempre imagine que esa palabra solo la conocería por el diccionario. Que jamás sabría de verdad lo que significa. Pero hace semanas que vivo paralizado por ella.

08 octubre 2010

Hoy

En la madrugada...

Debo, quiero, confesar que me sería muy fácil enamorarme.

Bastaría con creer que, en lugar de un sueño, eres real.

Pero amanece ya y debo despertar.


(Entrada editada por el autor)

15 septiembre 2010

vientos de otoño

¿Qué quieres que piense?

No son las palabras lo que cuenta; son los hechos y lo sabes.

Y, los hechos...

De los hechos mejor no hablar.

No quiero hacerte daño. Prefiero callarme, sé que siempre te ha dolido lo que siento y lo que pienso. Qué nunca he logrado verte como quieres que te vea. Y, que jamás me lo vas perdonar.

Es patético que decir la verdad asuste tanto; que una vida termine siendo solo miedo a herir a otra persona...

Y, que en realidad, esa persona ni se entere.

(Entrada editada por el autor)

06 septiembre 2010

Tuya es la victoria

 Y, mentiría si dijera que no sé para que te sirve. Claro que lo sé.

Es ella una dulce corona de laurel que lucirá hermosa sobre tu bella cabellera. Cada vez que te mires al espejo allí la tendras, esperando esa mirada. Cada vez que te peines sabrás que ella esta allí, segura y firme. En cada ocasión en que te tiendas en cama, sabras que ella duerme contigo.

Puede que , después de tantos años, aun sigas sintiéndote una cucaracha; como decías entonces sentirte. Pero las cucarachas huyen, no ganan batallas y mucho menos guerras. Pero yo no me deje vencer, me venciste.

... Cuando sientas frio, espero que eso te abrigué; el recuerdo de una victoria que una cucarachita jamás hubiera podido lograr.

Más no te puedo dar. Ya no me queda nada.

01 septiembre 2010

El futuro tiene cuna

No siempre se cosecha lo sembrado. Existe el granizo, las heladas, la sequia...

Más es de insensatos esperar cosechar algo distinto a lo sembrado.

El futuro tiene cuna y esa cuna es el ahora.




Por eso...

Entre tú y yo...

Ahora, aprovechando que nadie nos ve...

Dime...

¿Qué crees que estas sembrando?

¿Eso quieres?

30 agosto 2010

La cuenta atrás

Hace unos meses, me llego un mensaje, recuerdo que su encabezamiento era un simple " no te asustes".

Me lo envió una mujer que conocí, aquí, en Internet. Me explicaba que dada la operación a la que seria sometida quizá no saliera con vida del hospital en el que ingresaba ese mismo día y quería que yo cuidara de un determinado modo de cierta cuenta suya en Internet. Me daba instrucciones sobre que hacer con ella si en un determinado plazo ella no volvía a conectarse, y que yo debería interpretar eso como que jamás lo podría volver hacer. Los días fueron pasando convertidos en una cuenta atras.

Hubo suerte. La cuenta atrás no llego al final. Todo salió bien o eso pensé yo.

Y, siguieron transcurriendo los meses.

Entonces ella se mudo de casa, se quedo temporalmente sin conexión propia a Internet, pero usaba un cyber. No había problema. O, al menos,  no uno al que se le deba dar importancia. Simplemente me pidió que le echara una mano con esa cuenta, para ayudarla y descargarle parte del trabajo.

Luego llego otro mensaje comunicándome la existencia de "problemillas" cuya naturaleza no especifico, pero que momentáneamente le impedirían acceder a Internet.

Y, han ido pasando los días...

Y, siguen pasando...

Como pasaron entonces.

Esta noche entre en su cuenta y vi el mensaje que le llego de un excompañero suyo. No los suelo abrir, pues generalmente no lo necesito para hacer lo que me pidió en la cuenta; pero vi el remitente y esta vez lo abrí con la esperanza de que pudiera contener información sobre lo que esta pasando o dejando de pasar.

También èl estaba buscando información sobre ella.

Y, ahora mismo, tras más de una hora de comenzar un intercambio de mensajes entre él y yo, mientras escribo lo que ahora escribo, continuamos él y yo "hablando" de como es posible que sucedan estas cosas...
que anónimas personas se "conozcan" sin ni siquiera saberse el nombre verdadero el uno del otro, sin verse ni en foto y pese a ello se formen lazos que perduran en los años y que te llevan a que cuando por fin oyes la voz de una de esas personas por telefóno te de un brinco algo, hondo, dentro de pecho y huesos.

Se supone que nuestra amistad, como alguien la describió una vez, es una "amistad de paso"...

Pero en ocasiones, solo un puñado de ellas, descubres que de eso nada. Qué realmente se trata de amistad.

Yo había oído hablar de algo parecido; le llamaban me parece recordar "amistad inglesa"; dura, fría y lejana, íreal y aparentemente cuasi simulada, y que aun asi para sorpresa de muchos en ocasiones de verdadera necesidad se demostraba que era más sincera, firme y predispuesta que amistades ostensibles.

Claro que en la calle para dar con un amigo primero tienes que conocer mil o más que nunca lo serán.

... ¿Cuántos hara falta en Internet?

Mil o más. Seguro.

De todas formas mañana la llamo. Y, es que hay cosas para las que Internet no sirve.

12 agosto 2010

Un niño, un viejo y la vida

Erase una vez un niño, que nació sin compañeros de juego.

La vida le sonrió y juro que algún día jugarían al juego que el quería pero antes él tendría que jugar otro juego, un juego que ella quería. Y, el niño jugo ese juego. Y, pasaron los meses. Y, pasaron los años. Y, el niño se volvió viejo jugando el juego que la vida quería jugar y él no.

Entonces, un día, el viejo se volvió a mirar de frente a la vida y le dijo "me has engañado".

... Y, entonces ella sonrió y solo dijo una cosa. "Yo no te he engañado, es solo que no has sabido jugar y perdiste"

26 julio 2010

Belleza insultante


 Francisco Umbral , hace años, en un articulo,  criticaba el comportamiento inadecuado que, en su opinión, no me acuerdo en que programa de televisión y de modo injustificado y vergonzoso se había tenido con Sofía Mazagatos 

"Belleza casi insultante" fue el modo en que él califico la belleza, física, de esa mujer. La expresión se me quedo grabada. Sentí que era cierto, esa era una forma correcta de definir una belleza como la suya. Pero no fui capaz de comprender que hacía de esa belleza que nos resultara casi insultante. Y, pese a todo lo sentí; su belleza casi me insultaba. No me lo podía negar.

Es ahora cuando comienzo a comprender.

Por supuesto, nada hay en esa belleza ni en ninguna otra que pueda resultarnos insultante o casi. Pero en nosotros sí puede haber una vanidad herida, que se sienta insultada. Un ego enfermo de afán desmedido de grandeza.

En los últimos tiempos vengo asistiendo a ese espectáculo.

Todos conocemos el cuento. Una vez más la madrastra de Blancanieves no es capaz de perdonar la belleza ajena cuando le hace sombra y le dice "tú no eres la más bella";entonces algo se le desgarra por dentro. Y, claro, solo queda una solución.

En realidad hay otra, por supuesto. Arrancarse de una vez por todas esa estúpida vanidad y deshacer ese prejuicio imbécil de que a más belleza más vales. Pero esesa, claro, una tarea doble y nada grata. Es mucho más fácil la primera, aunque sea falsa.

Confieso y no me avergüenza, pues no aspiro a que os creáis que no soy humano, que también yo, como cualquiera, tengo vanidad. Más grande que la de otros, bien seguro y pese a ello, también, más pequeña que la de otros muchos. Y, yo siento que esa belleza casi me insulta. De niño no entendía a la madrastra de Blancanieves; pero ahora ya se me han abierto los ojos. Lo que a la buena mujer le sucedió es que, ella, al contrario que su hijastra y pese a  que el cuento no existiría sin ella, ni paso a la historia con nombre propio. ¿Alguien sabe cómo se llamaba?

Nadie. Ni ella lo supo nunca.

Por eso comienzo a comprender que Sofía Mazagatos tenga algo que a muchos les hace desear afear. Y,no  me sorprendería, nada, que alguna vecina suya le prohiba al novio saludarla, al cruzarsela; que la novia de algún "medio amigo" le prohiba hablar con ella si no es para solo saludarla; que la novia de algún amigo le prohiba tomarse un café con ella, salvo si es para decirle que tiene prisa y que en realidad ya se va. Tampoco me dejaría boca abierto que algún novio le llamara amor a eso y la dejara de saludar, le dejara de hablar o simplemente ya no supiera tomar un café con ella y charlar de todo lo que hablan los amigos. La verdad es que Sofía Mazagatos me da pena y es que vive desnuda frente a la vanidad ajena. Y, eso seguro que debe doler.

Confió que nadie espere que me apetezca sentarme a tomar un café con su madrastra. Ni con la suya, ni con ninguna. Pero si lo hay, lo siento, yo no sé ser diferente a lo que soy; ni lo sé, ni quiero.


24 julio 2010

Tú y yo

Tú y yo no volveremos a nacer. El tiempo que tenemos es todo el que nos queda y se va perder entre distancias, que el miedo ha vuelto reales; nuestros pasos no caminaran juntos y el primero de nosotros dos que muera ni sabrá si el otro aun vive. No te veré envejecer. Ni volveré a tener tu mano entre las mías, ni a dejar que se me escape cuando,  aterrorizado al ver que no la apartas, te la suelte yo; todo con tal de que no se quede allí, sin apartarse pero sin entregarse, cual mano que no quisiera consentir lo que pese a todo, quizá por no ofender, consiente. Seguirá prendida en mis recuerdos, tal cual la vi la última vez que me la mostraste; allí en las manos de otro.

Tú y yo no volveremos a nacer y nuestros días terminaran; seremos ya para siempre polvo en el polvo y pronto ni recuerdo, fugaz, entre los vivos. Ya nada recordara que una vez respiramos y anhelamos, lloramos y reímos. Todo dolor habido sera ya nada y toda alegría también; ya no podremos herirnos. Mido mis días viendo acercarse ese día; quizá lento y siempre ineludible. Sé que avanza y le veo llegar.

Tú y yo no volveremos a nacer y llegara el final de mis horas y entonces mis ojos ya no volverán a cerrarse para soñar que podre acercar mis labios a tus oídos y susurrarte quedo las mil cosas que jamás hubo ocasión de decirte. Ni lo que duele que no la hubiera.

Tú y yo no volveremos a nacer.

Y, quisiera tener entre mis manos aquel clavel de papel y las tuyas libres; para poder regalártelo, aunque me lo rechazaras. Y, aunque se me reviente pecho y alma de tanto querer y no poder, sé que no puedo. Y, es que aunque tú y yo no volveremos a nacer, mis ojos  han visto ya que no hay en tus manos sitio para un clavel de papel que ya solo yo recuerdo.

21 julio 2010

Sin mis palabras

Carta a una amiga

Una vez te dije "te admiro". Creo que no te lo esperabas.

Y, no es fácil que yo admire a alguien, en la vida creo que solo me ha pasado una vez. ¿Comprendes?

Por eso solo te lo he dicho a ti, no he tenido a nadie más.

Ahora te conozco mejor que entonces. Sé que clase de vida llevas, el como la llevas y que la hace de ese modo. Conozco defectos tuyos mejor que antes, un día si quieres podemos hablar de ellos. Pero nada ha cambiado, solo que sé más.

Y, no sé como decirte esto; pero espero que no te lo tomes a mal...

El amor no se mendiga. Se tiene o no, pero eso es todo. No se compra, no se vende. Uno a veces se lo encuentra, pero otras no y eso es de nuevo todo. Se le vive o se le da la espalda, se le acepta o no; Y, otra vez, de nuevo, eso es todo.

Todos queremos ser amados y casi todos tememos amar. Que alguien nos de su vida, que alguien nos la quite. El amor es una cosa rara de verdad. Rara por extraña, pues parece ir contra el instinto de supervivencia eso de que alguien, su bien y el bien que nos pueda hacer, nos sea más importante que nuestra propia vida. Pero rara, digo, también por infrecuente; lo primero que necesitamos para poder amar es tener coraje, una montaña de coraje, todo el Himalaya y más. Pero a tí coraje te sobra, lo sé, por eso te es tan fácil amar.

Y, tienes una necesidad muy grande de ser amada. Esa necesidad que tienen los que jamás han saboreado ser amados. Y, tanta pero tanta es que, se agarran al primer clavo ardiendo que les viene a la mano; todo con tal de no seguir viéndose atrapados en caída libre, en un abismo sin fondo, ni forma; que por no tener ni paredes tiene, comienzo ni fin.

Comprendo pues lo que ha pasado, si a eso le añadimos esa predisposición tuya a tirarte en paracaídas sin parar a mirar antes si lo llevas o no puesto. Todo en la existencia tiene sus causas y sus consecuencias; y, con demasiada frecuencia, para tomar una decisión solo miras las causas de lo que esta sucediendo y no sus consecuencias. No sé que te hace creer que eso es una virtud; de hecho eres la única persona que conozco que considera ese comportamiento virtuoso y una ventaja en la vida. Creo que confundes eso con coraje, pero no estoy seguro. El coraje es una forma de valentía y no es valiente aquel que por estar ciego camina directo a un abismo; ese solo es eso, un ciego. Y, ya sabes lo que dice el refrán, no hay peor ciego que aquel que no quiere ver o, como en este caso, no le parece que valga la pena pararse a mirar. Muy echada me eres "pa lante" mi niña. Tanto que olvidas fijarte que suelo pisas. Y, no me sorprende que vivas como vives y es que la mitad de nuestro destino lo escribe el mundo y la otra mitad nosotros mismos. O, mucho mejor dicho, acontece y sucede que ambos, mundo y nosotros, movemos a la vez la pluma con la que se escribe nuestro destino. Por eso, no vale la pena culpar al mundo de nuestra suerte; es mucho mejor tratar de comprenderle. Aprender a vivir en el mundo, es un arte alimentado de paciencia. Y, perdoname, pero temo que aun no has aprendido a vivir en el mundo en que nacimos.

¿Recuerdas?...

Decías que nos complementabamos bien. Formabamos buen equipo, cada uno aportando lo mejor que tenía; sensatez y coraje. Pero en la vida ordinaria yo no te puedo aportar sensatez, amiga, pues te tengo demasiado lejos. Necesito pues que me hagas un favor.

¿Queras?

Necesito que cada vez que recuerdes los momentos que pasamos juntos, la forma en la que nos conocimos, cada vez que me recuerdes y recuerdes mi nombre verdadero y te venga a la boca mi nombre falso, que cada una de esas veces en las que recuerdes que existo y los momentos que pasamos juntos y el equipo que formamos durante esos ...

Yo necesito que recuerdes lo que yo era, lo que soy, cuando formamos ese equipo. Estrategia, sensatez, serenidad. Perspectiva. Eso, lo que era, lo que soy; lo que necesitas. Ahora yo ya no estoy, no podemos formar equipo; las batallas y las guerras que vas luchar las libraras conmigo lejos, ya no te puedo cubrir las espaldas ni paliar un exceso de impetuosidad. Salvo si me recuerdas como lo que soy y era.

Recuerdame como necesito ser recordado, entonces sí que podre aun combatir a tu lado. Ayudarte.

Pero esa serenidad, esa toma de perspectiva global de lo que acontece para poder decidir, esa sensatez ya solo te la puedo prestar en el recuerdo. En el día a día que nos ha tocado vivir, ahora, la tendrás que poner por tí misma. Eso es lo que de verdad necesitas ahora.

¿Me comprendes? Necesito que lo hagas y lo apliques.

Ayudame en esto, por favor.

15 julio 2010

A veces...

La gente ocurre que duele. Y, llevo una racha, en eso, que mejor no lo cuento.

Duele cuando necesitan ayuda y no tienes forma de prestársela.

Duele cuando la ayuda prestada era la equivocada y da igual lo que te costo prestársela. Simplemente no les sirve.

Duele cuando si les sirve, pero no la quieren y termina esa ayuda en el estercolero y hasta se ofenden por que osas equivocarte; cuando quizás sean ellos los equivocados.

Duele cuando la ayuda prestada, sin previo aviso, van y la usan contra alguien que la necesita aun más y que estimas también más.

Duele cuando luego te odian pues tu mera existencia, una vez prestada la ayuda, les recuerda que la necesitarón y su vanidad requiere venganza.

Duele cuando sienten que eres un tonto pero útil, pues saben que solo un tonto les ayudaría de ese modo y te desprecian por ello. En secreto, por supuesto, no fuera ser que te enteres y ofendas dejando entonces de ser útil.

Duele cuando la ayuda prestada es amarga de dar y aún más de recibir.

Duele cuando la ayuda que tanto cuesta prestar es al final usada para necesitar aun más ayuda.

Duele cuando el que te ha tomado por tonto va y entre risas se lo cuenta a otro y ese otro, aguantando la risa, viene corriendo a junta tuya en busca de su propia tajada; pues entonces sabes que no solo eres un tonto para aquel al que ayudaste sino que eres un tonto para el mundo.

Duele cuando has ayudado tanto que ya no puedes ayudar más. Y, aun más duele cuando entonces te lo reprochan.

Duele cuando ves que necesita ayuda pero quiere veneno y te odia por no dárselo, mientras escupe lo que le ofreces.

Duele cuando no acepta que decir la verdad es la mejor ayuda y la primera que debe llegar.

Duele cuando tras mil años anidándole sigue esperando que saques el puñal y a traición, por la espalda, le apuñales y si no tienes puñal es lo mismo que no por ello dejan sus ojos de vertelo.

Duele cuando...

Cuando pasan las mil cosas que suelen pasar y contra las que no hay nada que hacer.

Por todo ello la gente duele. Y, hoy, me esta doliendo mucha gente. Demasiada y tentado ando de encerrarme en el más profundo solipsismo; pues al fin y al cabo, también yo soy persona.

11 julio 2010

El verdugo

Cuentan que hubo una vez un verdugo.

Era el verdugo de una de esas reinas que amaba matar al mensajero, cuando este, por su oficio, osaba traer malas noticias a la corte de la reina.

El verdugo era un buen hombre que no amaba su oficio, pero amaba a su reina. Y, por amor fue sembrando la vida de cadáveres de desdichados inocentes.

Y, luego lo contaba en las tabernas. "Mirad que amor más grande el mio, que no me tiembla la mano al matar la inocencia; pues amor, es lo que me mueve y nada me digáis que ya solo al amor  sé escuchar"

En fin, sin comentarios. Pero lo que necesitaba esa reina no era más victimas. Y, ni uno solo de esos crímenes la ayudo jamás en nada.

Menos mal, eso sí, que ese no fue el verdugo del cuento de Blancanieves u otro bien distinto habría sido  el cuento.

03 julio 2010

Un Popeye el marino soy, no lo niego



Más un Popeye sin barco ni espinacas.

El cielo que tengo sobre mi cabeza es un cielo que me aplasta y para nada naranjo sino negro.

El mar que navego no es azul, más tampoco naranjo; que es un mar negro y para nada calmo sino todo enfebrecido. Sediento de náufragos y almas pérdidas.

El sol hacía el que navego ni es grande, ni amistoso, ni calienta. Es un sol que me huye y que cuanto más voy yo y me lo quiero acercar más va él y se me escapa.

El horizonte, ese, el que vislumbro...

No es horizonte que es abismo sin fondo ni luz.

Y, aún así navego. ¡Qué remedio!


 
(Hoy me apetecía subir algo con una doble lectura. La que importa es que he recuperado la conexión a Internet y, por lo tanto, navego)

03 junio 2010

Sin ordenata, por ahora.

Hoy me he quedado por un tiempo sin ordenador.

No sé cuando se solucionara.

... Pero, por supuesto, volveré.

P.D.: La actual entrada existe por cortesía de Patricia .

30 mayo 2010

De los caminos y andares

Cuanto mas largo es un camino antes hay que empezarlo.

Mejor ayer que hoy, hoy que mañana.

28 mayo 2010

A veces...


... Las palabras debieran ser innecesarias.

23 mayo 2010

23 de mayo

Una fecha. En principio solo es eso.

Pero en realidad es muchas otras cosas. Me pase mas de la mitad de mi vida creyendo que el 23 de mayo era el aniversario de determinado suceso . Hace unos días descubro mi error y que no lo es para nada.

Supongo que a partir de ahora sera un símbolo, ese 23 de mayo.

Sera ese día del año en el que más que nunca podre decirme “ quizá estés equivocado”.

¿Cuántas de las cosas que hoy me creo no descubriré mañana que son falsas?

¿Cuántas de esas me acompañaran toda la vida?

y...

¿Seras tú una de ellas?

21 mayo 2010

Inefable

Dejando atrás la cafetería, salimos a la noche.

Ella a su casa, yo a la mía. Era la hora de la despedida.

Pero sin prisa alguna.

Y, entonces ella aprovecho y me hizo la pregunta...

"¿Qué significa inefable?"

Se lo dije, aquello que no puede ser expresado con palabras.

Pareció como si la respuesta le complaciera. Y, entonces se despidió...

"Hasta luego mi querido e inefable amigo"

Me quede sorprendido. Era obvio que llevaba largo rato con la despedida preparada y que hasta la pregunta formaba parte de ella.

Inefable fue para mí, en otros tiempos, un adjetivo muy usual. Pero jamás lo vi usar de esa forma. Me quede sorprendido. Pensando de donde y como habría nacido esa despedida.

Pensé que a alguien se lo oyó decir y dado que en su entorno ese adjetivo no se usa...

Supuse que había la despedida nacido en realidad en unos labios diferentes, ajenos y distantes...

Pense en otros labios, sí, en otros muy concretos, específicos, que me son conocidos y a la vez siempre y para siempre desconocidos.

En otros labios que nada pronunciaron.

Ahora, hace un momento, teclee la palabra en el buscador de Googlee y esto fue lo que encontré...

Se rompió el misterio.

Fue solo que por un tiempo se me olvido que el "lenguaje cotidiano" también existe.

No más.

10 marzo 2010

Me lo iba callar...


...Pero cedo a la tentación y lo digo:

Cada vez me asombra más la facilidad con la que llamamos amor a cualquier cosa con tal de que de lejos y bien maquillada se le parezca.

23 enero 2010

Esos "lobos"...

Dicen que el poder corrompe...

Pero eso no es más que un viejo mito urbano, inventado por gentes que prefieren ocultarse la verdad y esa vil verdad es que el poder nos desenmascara.



 ... Hasta el lobo más cobarde cuando se siente poderoso se quita la piel de cordero.

(Entrada reeditada por el autor)

07 enero 2010

Ayer...




Desperté...


Y, vi que una vez más solo había carbón. :-(


No, pasa nada, que ya estoy acostumbrado :-)


(No duele. Pero si doliera se me iría el dolor ya solo recordando que en alguna parte una niña abraza su juguete nuevo y que en el fondo no necesito ni que ella sepa que existo o quise existir...)



01 enero 2010

Tengo en la memoria unas lagrimas...


Me encontraba, aquella mañana, trabajando en el quirófano del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y allí fue donde nos llego la noticia de lo que acababa de suceder en Madrid.



… Y, unos descerebrados de esos que hay en todas partes, en todas las épocas, en todas las ideologías , en todas las culturas, religiones, profesiones y en todos los barrios...

...Pues eso, que unos descerebrados hicieron aquella madrugada saltar por los aires unos cuantos vagones de tren con sus usuarios dentro.

Confieso que a esos cientos de muertos y de mutilados no me impresionaron. Solo fue una salvajada más entre muchísimas otras a las que la humanidad me acostumbro. Pero luego...

... La cosa cambio, un par de días o tres después, cuando una noche sucedió algo. Que os parecerá poco.

Me encontraba en una cafetería, cerca, a no mucho de una mujer sentada que compartía mesa con una pareja de amigos de ella.

Y, hablaban.

Pese a la cercanía, en tales casos, no me suelen llegar más que palabras sueltas que no me atrevo a hilvanar. Pero ese día fue diferente. Hablaban de lo ocurrido aquella mañana, de días atrás. Y, yo vi aquella mujer llorar. De rabia, impotencia y compasión.

(Me gustaría que la conocierais; ella vale la pena, os lo aseguro)

… Eso me hizo despertar de un largo letargo.

Comprendí que no podía secar aquellas lagrimas, pero que necesitaba intentarlo. Con lo que fuese y como fuese.

Esa noche, con esas lagrimas, nació el blog que ahora mismo leéis como parte de un proyecto más amplio. Si bien, en realidad, lo del blog se le añadió después.

Entre luces, sombras y recuerdos es consecuencia de todo ello. Fue un blog creado para evaluar hasta que punto un blog, e Internet en general, puede ayudarme en lo que me propongo y a la vez aprender a manejarme en el mundillo de los blogs. Ha cumplido su función y ahora pasara a ser un blog personal como cualquier otro, pues le he pillado el “gustillo”.

Pero ya es hora de que Ante el umbral nazca...

Y, hablemos claro y en un lenguaje claro de aquello de lo que más quiero hablar: naturaleza humana y cambio social.

… Con este post común a ambos se inaugura el nuevo blog. ¡Qué ya iba siendo hora!


"Siempre se quiere algo"

… Me dijo alguien una vez, hace de ello tanto que seguro ni lo recuerda.

… Y, yo sin embargo no lo olvido. Fueron las primeras palabras y únicas que me dijo el día aquel en el que aun no nos conocíamos.

...Desgraciadamente pasaron los años y aun hoy sigo sin poder decir que nos conocemos. Pero no la olvido; no, que yo no sé olvidar.