23 octubre 2011

Parece que el mundo se mueve...




Desde luego para mi sorpresa, ya que yo era de los que, hace tan solo unos meses, pensaba que me moriría sin ver nada parecido. Pero parece ser que sí, que el mundo se mueve :-)

13 octubre 2011

Aquella mujer...

La he vuelto a ver, después de ya no sé cuantos años; no demasiados. Fue en el trabajo; hoy.

La recuerdo; ella con unos 15 años, medio abrazada a un joven de su edad; pase a su lado, escuche sus palabras; solo unas frases que se intercambiaron pero por ellas y por la forma en que las pronunciaron y sin conocerles de nada más supe que ya nada los separaría.

Años después se casaron, me consta que han tenido al menos una hija.

He trabajado en alguna ocasión con ella y nada le dije que la recordaba de 20 años atrás o más; de un puñado de palabras escuchadas por azar. Seguro que ellos dos las habrán olvidado; seguro no, solo quizá.

¡Quizá!

A veces, muy de tarde en tarde, me descubro pensando en ellos.

En como sabían ponerselo fácil el uno al otro.

En ese poner fácil radicaba todo su secreto.

No había pasión. Lo que había era entendimiento, colaboración, mutua presteza a escuchar al otro y dejarse escuchar por el otro. Correr en auxilio del otro, si auxilio se necesitara. 

Eso eran ellos, aquella noche, medio abrazados, entre sus palabras.



Hoy me ha quedado la zozobra de ver su rostro desasosegado yo no sé por que inquietud. Fue solo un instante en el que me la cruce, otro el que me llevo reconocer en ella a la mujer que es. Y, otro más el que me llevo perderla de vista, en aquel pasillo que nos cruzo y tras cruzarnos nos alejo.

No es la suya una familia que me sea indiferente. Dos que saben amarse se merecen poder sonreír sin sombras. Espero que aquella sombra que habitaba su rostro en ese pasillo sea sombra fugaz, quizá solo el agobio natural de estar trabajando y a veces encontrarse saturado. Pero había algo en su triste mirada...

09 octubre 2011

Mi vergüenza

No se lo digáis a nadie, que es una vergüenza, pero hoy quisiera haber nacido tiburón.

06 octubre 2011

Steve Jobs, una cita

El mundo de nuestros días cambia muy deprisa. Pese a que los seres humanos seguimos siendo los mismo de siempre.

Una prueba de ello es que hoy, mientras comía, me llego la noticia de la muerte de Steve Jobs



Lo primero que hice fue preguntarme quién era ese hombre.

Y, es que por el nombre no le reconocí.

Pero al pasearme por uno de los foros de Internet que frecuento me encontré con que una de las foreras lo citaba y en especial una de esas citas me ha parecido oportuna  dejarla también aquí.

Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición"

D.E.P.

02 octubre 2011

El secreto de la quena



Yo la historia no la recuerdo muy bien pero...

Cuentan que hace mucho, pero mucho, en tierras andinas una joven de un joven se enamoro y que ese joven la amaba.

Cuentan que la madre de la joven supo de esos amores y que esa madre era la reina del lugar. 

Cuentan que el joven era el hijo de un labriego, uno más, uno de muchos.

Y, cuentan que por ello la madre esos amores no los vio con buenos ojos.

Y, cuentan que dio entonces orden de asesinar y enterar al joven amante de su hija.

Y, el joven fue muerto y enterrado.

Y, a la tumba entre llanto se acerba la joven. A llorar allí su llanto, húmedas lágrimas que fertilizaron la tierra.

Y, cuentan que de esas lágrimas y esa tierra nació un cañaveral.

Cuentan que no hay otro secreto, salvo ese: la primera quena la hizo el indio con una de esas cañas. Por eso la quena, la flauta andina, llora cada vez que alguien la toca; incluso aunque sea alguien que no conozca su secreto suena y en su sonar llora el amor.

Por eso da igual lo que toque el indio, por muy alegre que quiera sonar, si se sabe escuchar siempre se podrá oír el deslizarse de las lágrimas, por la piel de la mujer, hasta desprenderse e ir besar la tierra que cobija al amado. 



01 octubre 2011

Comentario personal

Eran tres los vídeos que había seleccionado para tratar de transmitir determinado contenido. Y, pensaba incluirlos poco a poco en el blog, pero no muy distanciados. Hasta pensé en incluirlos en una sola entrada, aunque finalmente deseche esa idea.

Acabo de incluir el segundo. Y, contrariamente a lo que venía haciendo lo comentare un poco. 

El vídeo es un fragmento de la película V de Vendetta, no la he visto. Tampoco me apetecía. No esperaba nada de lo que me dijeron que era su guión.

Pero, por razones que no vienen al caso, en los últimos meses he una y otra vez visto muchos de sus fragmentos. Y, no dudo que Harry Guerrin tenia razón cuando dijo en la RTE (Radio Televisión de Irlanda) "se convertirá en una película de culto cuya reputación solo será incrementada con el tiempo". Lo hará por como cuenta lo que cuenta y cuando lo cuenta y a quien se lo cuenta.  Quizá algún día hable sobre ello, pero antes debería ver la película entera, de principio a fin y eso es algo que sigo sin tener ganas de hacer pues hay demasiadas cosas en esa película que me recuerdan el mundo en que nací.

Recuerdos que no me son gratos. Recuerdos que me hurgan en una herida abierta y que aun no estoy preparado para avivar.


Pero olvidar es peligroso.  

Esa escena que os dejo en la anterior entrada, no la conocía, la busque a propósito, seguro de que probablemente en esa película aparecería algo que me sirviera para transmitir lo que buscaba decir.

Me la han calificado de melancólica, triste y por lo tanto inoportuna.

Es melancólica y triste pero no inoportuna. Al contrario, es de lo más oportuna. Dice lo que debe ser dicho. Mucho más incluso de lo que yo buscaba. Y, sobre ello podría escribirse todo un libro y aun así apenas se habría empezado a decir nada.

"Nuestra integridad vale tan poco, pero es todo cuanto realmente tenemos, es el último centímetro que nos queda de nosotros, si salvaguardamos ese centímetro, somos libres...Es extraño que tenga que pasar el final de mi vida en un lugar tan horrible, pero durante tres años recibí rosas y no tuve que arrodillarme ante nadie....Moriré aquí. Cada centímetro de mi perecerá, cada centímetro, salvo uno. Un centímetro, algo pequeño y frágil y lo único que merece la pena conservar en el mundo, nunca debemos perderlo o entregarlo, nunca debemos dejar que nos lo arrebaten.´Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar, espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren, pero lo que espero por encima de todo, es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que aunque no te conozca y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte, te quiero"

                                                                                                                                           
...Pero cuando se quiere comprender pocas palabras hacen falta
                                                                                                                                   

sin mis palabras (VIII)




"Nuestra integridad vale tan poco, pero es todo cuanto realmente tenemos, es el último centímetro que nos queda de nosotros, si salvaguardamos ese centímetro, somos libres...Es extraño que tenga que pasar el final de mi vida en un lugar tan horrible, pero durante tres años recibí rosas y no tuve que arrodillarme ante nadie....Moriré aquí. Cada centímetro de mi perecerá, cada centímetro, salvo uno. Un centímetro, algo pequeño y frágil y lo único que merece la pena conservar en el mundo, nunca debemos perderlo o entregarlo, nunca debemos dejar que nos lo arrebaten.´Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar, espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren, pero lo que espero por encima de todo, es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que aunque no te conozca y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte, te quiero"